M. Savad
El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre
Ángel González
5 comentarios:
Con el otoño no solo va desapareciendo el calor de la Naturaleza. Con frecuencia es tiempo de pèrdidas a nivel humano. Siempre pensé que las hojas secas que alfaltan suelos y adornan copas de árboles, son premonitorias de la desaparición de seres queridos. Aún así es una de las estaciones más bellas para pasear por bosques y parques.
Empezaba a pensar que nos habías dado calabazas.
Calle-Rua
Calle-rúa, a la buena gente NUNCA le doy calabazas.
encantada de recuperarte.
Bicazos miles
Aunque en silencio, no he dejado de seguirte. No me recuperas. No me había ido.
Calle-Rua
Tener de nuevo a Calle-Rua compartiendo un ratito en este blog me encanta. ¿Veis como el otoño también nos trae momentos para compartir con las gentes que queremos? No es optimismo, es una realidad!! Bienvenida de todo corazón. Besazos.
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